martes, 6 de marzo de 2012

Adicción

Animado al leer relatos de un amigo, me he animado a escribir algo.

La única instrucción que se debe seguir en el texto, es respetar las pausas de los puntos para poder apreciar el carácter reflexivo del texto. Si os apetece escuchar música durante la lectura, esta quizá guste.








Otra vez me despierto en una cama desconocida, el sabor del tabaco, el olor a sudor, todas sensaciones demasiado familiares, me apetece llorar… pero no puedo.

Adicción

Me levanto y voy al baño, está sucio. Intento darme una ducha rápida para huir antes de que se levante. No hay agua caliente. Rebusco en los armarios algún tipo de enjuague bucal, encuentro uno de color verde. Siento mucho frio. 

Al salir del baño me fijo por primera vez, es mucho más joven que yo. Recojo mis cosas y salgo lo más rápido que puedo del apartamento. En el ascensor veo mi reflejo, el pelo alborotado, las ojeras marcadas, intento arreglarme antes de salir a la calle, no hay manera. La mirada de una mujer al salir del ascensor me hace sentir culpable. Me hace sentir desnuda...

La calle está desierta un domingo por la mañana. No sé exactamente en qué barrio estoy. El frio de la mañana es cortante, no me hace sentir mejor. Miro el reloj por primera vez, no he sido consciente de la hora hasta este momento, son las siete y media de la mañana. Me encamino calle abajo buscando una parada de metro, de autobús, de taxi, de algo…

Llego a una cafetería, pido un café bien caliente. El camarero mira mis medias, no me he dado cuenta de que están rotas, me lo bebo rápidamente y pido indicaciones.

Ando durante diez minutos y llego a una parada de taxis situada delante de una biblioteca, me hace recordar que mañana tengo exámenes que corregir, me hace recordar la rutina en la que tan agradable me sentía.

El metro esta desierto salvo por dos chicos, seguramente vuelvan a sus casas después de una noche de fiesta, noto que me miran con deseo, noto que hablan de mí. No me siento cómoda, no me siento bien. Vuelvo a tener frio.

Llego a casa después una hora de viaje. Mientras me ducho me resbalan por la cara unas lágrimas, ni siquiera me he dado cuenta de que estaba llorando. Al salir del baño escucho un ruido. En la cocina veo a Luis, me mira con sus ojos azules, me mira sonriendo, sé que me quiere, sé que le quiero, no me conoce.

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